Bitcoin: un sistema monetario a la altura de estos tiempos
Bitcoin: un sistema monetario a la altura de estos tiempos
Por Bitcoin Argentina
Cada dĂa se restringe mĂĄs la circulaciĂłn de dinero en papel impreso. La tendencia mundial parecerĂa indicar un horizonte de eliminaciĂłn total del dinero en efectivo. En ese marco, Bitcoin se presenta como una herramienta eficaz a la hora de acortar distancias, abaratar costos, liberarnos de los intermediarios y reducir la fricciĂłn en los intercambios. ÂżEl futuro de la moneda ya llegĂł?
Decir que Bitcoin es una moneda digital no ayuda a comprender la naturaleza de esta nueva tecnologĂa. Al fin y al cabo, el dinero que utilizamos hoy en dĂa es creado mayormente de manera digital, y viaja por canales digitales âcontrolados por bancos, compañĂas de tarjetas de crĂ©dito, procesadores de pagos online, etcĂ©teraâ. El dinero en forma de papel impreso es una fracciĂłn cada vez mĂĄs pequeña de la masa monetaria circulante; a tal punto que en algunos paĂses ya se discute la posibilidad de bancarizar a la totalidad de la poblaciĂłn y eliminar por completo el dinero en efectivo.
Lo cierto es que las monedas que usamos hoy en dĂa ya son, en gran medida, monedas digitales.
¿Qué es, entonces, lo que aporta Bitcoin? La mejor manera de responder a esta pregunta es empezar por describir qué cosas nos permite hacer. Gracias a un protocolo de comunicaciones que habilita el consenso descentralizado en una red de pares (peer-to-peer), Bitcoin permite transferir cualquier cantidad de riqueza de manera segura e instantånea, a cualquier persona, desde y hacia cualquier lugar y en cualquier momento, a un costo despreciable, sin tener que preocuparse por el fraude o por el envilecimiento de la moneda, sin tener que pedir permiso a nadie y sin estar obligado a identificarse.
Como ya puede vislumbrarse a partir de lo dicho en el pĂĄrrafo anterior, lo que distingue a Bitcoin de otras formas de dinero digital es que ha sido especĂficamente diseñado para servir de medio de intercambio en nuestra era de interconexiĂłn global e instantĂĄnea. De hecho, enviar una determinada cantidad de bitcoins no es algo muy diferente a enviar un e-mail (uno que no puede ser copiado ni puede estar en mĂĄs de una casilla de correo a la vez). Como el protocolo del e-mail, el de Bitcoin es un protocolo de comunicaciones de libre acceso, cuyo funcionamiento no depende de un servidor, ni de un Estado, compañĂa, fundaciĂłn o cualquier otro tipo de organizaciĂłn de personas conscientemente vinculadas entre sĂ, sino de una red de pares global.
NĂłtese la diferencia entre Bitcoin y el sistema monetario centralizado, vertical, cerrado a la creatividad de empresarios y programadores ây por lo tanto a la innovaciĂłnâ que hoy tenemos. El robo de identidad a escala masiva âdebido a la necesidad de intermediarios que verifiquen la identidad de las partes involucradas en cada transacciĂłnâ y la exclusiĂłn de miles de millones de personas del comercio online âun âefecto colateralâ de las regulaciones que pesan sobre los procesadores de pagosâ son resultados inevitables de la incompatibilidad entre este modelo y el carĂĄcter dinĂĄmico y abierto que imprime Internet a las relaciones humanas. El desajuste resulta particularmente notorio en el mercado de las remesas, tan esclerosado por la proliferaciĂłn de normas en las diferentes jurisdicciones que obliga a los trabajadores mĂĄs pobres del mundo a pagar comisiones de entre un 8 y un 30% para hacer llegar algo de dinero a sus paĂses de origen.
Enviar dinero fiat por medios electrĂłnicos es algo asĂ como fotografiar señales de humo y enviarlas por e-mail para comunicar un mensaje: puede hacerse, pero no es la mejor manera de aprovechar las herramientas hoy disponibles. Ahora bien, ÂżcuĂĄles han sido las alternativas a la pesada burocracia del dinero fiat durante todos estos años? En una economĂa moderna, el oro no es competencia para casi cualquier otra forma de dinero que sea mĂĄs fĂĄcil de trasladar, dividir y almacenar. Los sistemas de dinero digital con respaldo en metales preciosos tampoco pueden competir con el dinero fiat, pues requieren entidades centralizadas que son fĂĄcilmente atacables por leyes y regulaciones destinadas a proteger el statu quo, lo que pone en serio riesgo el valor allĂ almacenado.
Una manifestaciĂłn mĂĄs de un nuevo paradigma
En la era de Internet, cada vez mĂĄs sectores econĂłmicos largamente establecidos se ven obligados a competir con sistemas abiertos (cualquiera puede usarlos), justos (cualquiera puede revisar su cĂłdigo), descentralizados (inmunes al control arbitrario), organizados de manera espontĂĄnea (nadie nos obliga a usarlos), refractarios al uso de la fuerza (nadie tiene el poder de eliminarlos), que ignoran tanto las barreras polĂticas como la imposiciĂłn de intermediarios. Los medios masivos de comunicaciĂłn, los servicios postales, las agencias de viajes, la industria de la mĂșsica, de la telefonĂa, de los libros, del cine, del transporte âentre muchas otrasâ han tenido que adaptarse o caer, y nunca volverĂĄn a ser como eran hace apenas quince años.
Ahora es el turno de la moneda⊠¿quĂ© nos ha traĂdo el nuevo paradigma en esta materia? Bitcoin tiene todas las ventajas del oro (escaso, ampliamente distribuido, homogĂ©neo, fungible, blindado contra la confiscaciĂłn y la manipulaciĂłn monetariaâŠ) y ninguna de sus desventajas (el oro no puede ser transportado electrĂłnicamente, no puede ser utilizado para micropagos, su resguardo y traslado es caro o bien riesgoso, puede ser falsificadoâŠ). MĂĄs importante aĂșn: sobre el protocolo de Bitcoin pueden montarse infinidad de aplicaciones que hoy ni siquiera somos capaces de imaginar, acostumbrados como estamos a formas de dinero no programable.
Pero no hace falta especular con aplicaciones futuras: para saber si Bitcoin tiene hoy lo que hace falta para competir con el dinero fiat hay que preguntarse si es mĂĄs eficaz a la hora de acortar distancias, abaratar costos, liberarnos de los intermediarios y, en general, reducir la fricciĂłn en los intercambios. Si resulta que lo es, puede que nos encontremos en los albores de un perĂodo de creaciĂłn de riqueza Ășnico en la historia de la humanidad.
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