Autores del nĂșmero
Abraham Leonardo Gak
En 1983, tras casi ocho años de terrorismo de Estado impuesto por las Fuerzas Armadas, instigadas, a su vez, por los grandes grupos de poder econĂłmico nacionales y extranjeros, es electo democrĂĄticamente el Dr. RaĂșl AlfonsĂn.
Eduardo Rinesi
El Estado se ha convertido a lo largo de la historia en una estructura que, a travĂ©s de algunas de sus instituciones, sus dependencias y sus funciones, coarta la realizaciĂłn de la libertad y de los derechos de sus ciudadanos y de su pueblo, pero al mismo tiempo tambiĂ©n es un factor indispensable para luchar por la vigencia de esa libertad y esos derechos. He aquĂ una de las âdeudasâ que tiene todavĂa nuestra democracia, ser capaz de generar un pensamiento acerca del Estado que supere las simplificaciones en las que solemos incurrir cuando lo pensamos.
Alejandro Grimson
La cultura es un medio, un fin y una condiciĂłn del desarrollo. En la Argentina actual, consolidar un proyecto de desarrollo con justicia social requiere no solo de una mirada crĂtica y reflexiva, sino tambiĂ©n transformar las bases mismas de la imaginaciĂłn social y polĂtica. Sin esto, las deudas de la democracia serĂĄn duraderas.
E. RaĂșl Zaffaroni
A 32 años de la vuelta de la democracia, debemos convencernos, de una buena vez, de la necesidad y urgencia de una profunda refundaciĂłn institucional de la NaciĂłn, que ayude a evitar una situaciĂłn de inestabilidad y extrema injusticia que vuelva permanente el caos y el capricho de la nueva hegemonĂa conservadora. Un problema no solo nacional, sino tambiĂ©n regional.
Alberto M. Binder
A mĂĄs de 32 años del retorno de la democracia, la crisis de las policĂas de investigaciĂłn, la corrupciĂłn de las mismas y los estrechos vĂnculos con los servicios de inteligencia han generado el aumento y la extensiĂłn de prĂĄcticas de extorsiĂłn de tipo mafioso y la incapacidad mĂĄs absoluta para investigar y procesar los casos vinculados con la criminalidad mĂĄs grave. Mientras la justicia penal federal resiste, cada vez es mĂĄs evidente la necesidad de una profunda reforma.
Ileana Arduino
En los Ășltimos años la cuestiĂłn securitaria ganĂł protagonismo, llegando incluso a imponerse por momentos como racionalidad polĂtica dominante. En un escenario en el cual la normativa que regula la vida institucional y la suerte de los hombres y mujeres que integran las fuerzas de seguridad lleva medio siglo de atraso, va siendo hora de poner en discusiĂłn la ley de seguridad interior y avanzar hacia una ley nacional de seguridad pĂșblica en consonancia con las dĂ©cadas de estabilidad democrĂĄtica que ya hemos conseguido.
Stella Maris MĂĄs Rocha Susana E. Vior
En los Ășltimos 25 años se dieron dos procesos de reforma educativa. A partir de 2003 es posible identificar algunas rupturas con los preceptos de los â90, pero sobresalen las continuidades, y si bien la situaciĂłn ha mejorado, siguen sin cumplirse las metas fijadas. En la bĂșsqueda de alternativas para lograr la inclusiĂłn de los sectores mĂĄs desfavorecidos se perdiĂł de vista el objetivo principal y se reforzaron y naturalizaron las diferencias. Esta sigue siendo una de las principales deudas de nuestra democracia.
Adriana PuiggrĂłs
En los Ășltimos doce años la educaciĂłn universitaria pasĂł a definirse como un derecho universal y el gobierno desarrollĂł polĂticas pĂșblicas tendientes a hacerlo efectivo, utilizando quizĂĄ como principal herramienta la ampliaciĂłn de la distribuciĂłn territorial de la misma. Sin embargo, desde el neoliberalismo se sigue denostando a la universidad gratuita por razones ideolĂłgicas. Ante este nuevo escenario, es momento de defender la universidad pĂșblica, autĂłnoma y las modificaciones producidas en la Ășltima dĂ©cada.
Diego Hurtado
La Argentina se encuentra en una encrucijada. El nuevo gobierno niega el papel protagĂłnico del Estado y se ocupa de desmontar los logros alcanzados en el campo de la ciencia y la tecnologĂa. Contrariamente a ello, lo que necesitamos es un Estado inteligente, robusto y con la legitimidad polĂtica para disciplinar a los poderes fĂĄcticos, un empresariado convencido de que hay que diversificar la estructura productiva y una polĂtica exterior consistente con el proyecto de desarrollo econĂłmico. Solo con ello podremos pensarnos nuevamente como un paĂs soberano y liberado del colonialismo corporativo.
Enrique M. MartĂnez
La idea de la producciĂłn industrial estĂĄ fuertemente asociada a la de evoluciĂłn econĂłmica. Pero para lograr un desarrollo sostenido en nuestro paĂs es necesario garantizar que los productores de cualquier dimensiĂłn tengan igualdad absoluta de condiciones con las primeras marcas. Es hora entonces de repensar el rol del Estado, tanto como regulador de ciertas actividades como en su rol de empresario, sumando en esta instancia porciones crecientes de la ciudadanĂa.
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